U n día al despertar, abriendo la ventana ha entrado la luz de la conciencia universal el saber que estaba vivo, respiraba, palpitaba que tenía sueños, deseos, pasiones y sentimientos que todo lo que veía era asombroso que todo lo que tocaba remitía a mi ser y era parte de todo, y todo era parte de mí Y así floté hasta mi patio con el hálito del enamorado un recién nacido a la belleza esencial como si siempre hubiera estado dormido y ahora con un bostezo fenomenal moría la ignorancia que arruinaba mi espíritu para suplantar enojos con caricias, para trocar tiempo por libertad, para abrir los ojos, absorber tantos colores, tanta bondad tanta existencia que me envuelve como brisa un pájaro cantando sin necesitar un por qué Y salí a la calle a bañarme de luz, a danzar, a tomar de la mano a la vida y con ella bailar el vals de la existencia, por siempre jamás descalzo con los pies en el suelo pero la cabeza en las nubes, en los cielos, en e