S i ponemos atención o buscamos la raíces de las rabias que pasamos a diario o en nuestra vida nos daremos cuenta que sus raíces son más simples de lo que creeríamos. Sentirte ofendido porque no te saludaron en la mañana te puede hacer crear en tu cabeza toda una historia de cómo el vecino que te saludaba todos los días ahora te odia y ya no quiere acercarse a ti, por lo tanto, como nuestra cabeza o pensamientos automáticos, que son los que primero se vienen a nuestra mente nos harán que nos desagrade el vecino porque "nosotros también le desagradamos a él", sin contar a las personas con baja autoestima que les podría afectar en mayor medida tal vez. Cuando existe la posibilidad que esa persona en la mañana salió tan abrumado por sus problemas que ni siquiera te vio y no hay más explicación alguna. Otra consecuencia que nos trae el ego es siempre querer tener más, ojo, pretender tener más no esta mal, pero vivir pendiente de lo que no tienes en vez de agradecer lo que si p