Algunos se preguntarán ¿qué es el "Tomar consciencia"?, bueno al menos mi construcción a esta pregunta es que; es un largo proceso donde adquieres conocimientos, habilidades y/o técnicas para estar consciente de ti mismo, de tu vida, de tus sensaciones, de lo que tú quieres, en fin... ¿por qué un largo proceso? yo lo explico así porque desde que comencé a "tomar consciencia", recuerdo que fue en una clase donde hice un estudio sobre el auto-conocimiento, allí nació mi interés consciente por saber más, por conocerme, conectarme conmigo misma, antes ya lo había hecho pero no de manera consciente tal vez, entonces desde allí fue un largo camino donde fui conociendo personas que guiaron mi camino, libros que resolvieron algunas dudas y sobre todo EXPERIENCIAS maravillosas que dejaron en mi mucho más de lo que pude encontrar en un libro. Y ¿por qué también me refiero a esto como un proceso? porque es un camino que nunca termina ya que la vida no para y día a día vienen nuevas inquietudes, nuevos aprendizajes, nuevas personas y sobre todo porque en el mundo que vivimos tan rápido, individualizado y tecnológico cuesta no dejarse llevar por lo que éste nos exige.
A lo mejor pensarán que es un poco enredado o difícil de entender y la verdad que para los más concretos como yo si, para mi al menos lo fue en un comienzo, ya que si están buscando una teoría, una lógica que se los explique, entonces no pierdan su tiempo porque no lo encontrarán, la única ayuda que les puedo dar es una frase que me dijeron en su momento "cuando estás en busca de algo puertas se empiezan a abrir, las personas indicadas llegarán a ti, lo importante es estar conscientes para recibir y entender estas experiencias". Sólo puedo decir que así fue.
Es un poco abstracto y dificil de entender de qué estamos hablando pero no imposible, por eso les quiero mostrar un texto de John Steve de su libro "Darse Cuenta" .
Si ustedes se identifican con su descripción entonces es que llegaron a un punto donde necesitan "tomar consciencia"
"Tal vez lo más importante y revolucionario que ha surgido
en los últimos años en Psicoterapia y en desarrollo personal ha sido
el énfasis que se está dando al proceso del darse cuenta, del tomar
consciencia, del estar alerta. Estuve tentado de escribir el "descubrimiento
del proceso del darse cuenta", pero esto no seria verídico.
Desde que surgió la vida en la tierra ésta es una capacidad propia
de todo lo animado, desde la ameba más modesta y humilde hasta
el más evolucionado de los hombres. Es que últimamente, en lugar
de continuar embutiéndonos ideas, interpretaciones y patrones de
conducta, la psicoterapia y en particular la terapia Guestáltica han
comenzado a proclamar la capacidad de darse cuenta o "awareness",
en inglés, como el agente curativo más importante. De hecho es
una propiedad que todos tenemos, y que unes más y unos menos,
hemos ido perdiendo en el transcurso de nuestro crecimiento. El
darse cuenta de un recién nacido se limita a algunas necesidades
de orden fisiológico y de afectos generales, como agrado y desagrado.
A medida que se va creciendo y el mundo va creciendo para
el individuo, también aumenta su capacidad de darse cuenta. Tengo
tal o cual apetito. Siento tal o cual emoción. Hasta aquí el fenómeno
se presenta como algo sencillo. Luego vienen las relaciones
interpersonales, el grupo, la sociedad, los parientes. Ellos me imprimen
sus deseos y expectativas y yo les imprimo las mías. Finalmente, la vida social
--es decir la vida en una sociedad-- termina por moldearme,
por conformarme de acuerdo a su modelo, me compenetro
de sus ideales, de sus reglas, de sus exigencias, y acabo
identificándome enteramente con ella y muy posiblemente divorciado
de mí mismo (excepto tal vez por esos molestos dolores de cabeza,
esos resfríos frecuentes, esas depresiones o esos problemas a la
columna, etc., que me permiten faltar a mis deberes habituales),
además de manejado por las necesidades ficticias que me crea la
publicidad y por lo tanto amargado con mi existencia ya que no
puedo ni tener, ni hacer todo lo que quiero, o no me puedo librar
de las cosas que quiero, o no me puedo relacionar con las demás
personas del modo que quiero, o no puedo sentir las cosas que quiero,
o quisiera, sencillamente, ser otra, persona de la que soy. En
este punto la cosa ya no es tan sencilla. De todo lo mucho que me
doy cuenta, no sé qué es mío ni qué proviene del mundo. No sé qué
es real, ni sé qué es fantasía. No sé si vale o no la pena, no sé si
voy a poder salir adelante o no."
A lo mejor pensarán que es un poco enredado o difícil de entender y la verdad que para los más concretos como yo si, para mi al menos lo fue en un comienzo, ya que si están buscando una teoría, una lógica que se los explique, entonces no pierdan su tiempo porque no lo encontrarán, la única ayuda que les puedo dar es una frase que me dijeron en su momento "cuando estás en busca de algo puertas se empiezan a abrir, las personas indicadas llegarán a ti, lo importante es estar conscientes para recibir y entender estas experiencias". Sólo puedo decir que así fue.
Es un poco abstracto y dificil de entender de qué estamos hablando pero no imposible, por eso les quiero mostrar un texto de John Steve de su libro "Darse Cuenta" .
Si ustedes se identifican con su descripción entonces es que llegaron a un punto donde necesitan "tomar consciencia"
"Tal vez lo más importante y revolucionario que ha surgido
en los últimos años en Psicoterapia y en desarrollo personal ha sido
el énfasis que se está dando al proceso del darse cuenta, del tomar
consciencia, del estar alerta. Estuve tentado de escribir el "descubrimiento
del proceso del darse cuenta", pero esto no seria verídico.
Desde que surgió la vida en la tierra ésta es una capacidad propia
de todo lo animado, desde la ameba más modesta y humilde hasta
el más evolucionado de los hombres. Es que últimamente, en lugar
de continuar embutiéndonos ideas, interpretaciones y patrones de
conducta, la psicoterapia y en particular la terapia Guestáltica han
comenzado a proclamar la capacidad de darse cuenta o "awareness",
en inglés, como el agente curativo más importante. De hecho es
una propiedad que todos tenemos, y que unes más y unos menos,
hemos ido perdiendo en el transcurso de nuestro crecimiento. El
darse cuenta de un recién nacido se limita a algunas necesidades
de orden fisiológico y de afectos generales, como agrado y desagrado.
A medida que se va creciendo y el mundo va creciendo para
el individuo, también aumenta su capacidad de darse cuenta. Tengo
tal o cual apetito. Siento tal o cual emoción. Hasta aquí el fenómeno
se presenta como algo sencillo. Luego vienen las relaciones
interpersonales, el grupo, la sociedad, los parientes. Ellos me imprimen
sus deseos y expectativas y yo les imprimo las mías. Finalmente, la vida social
--es decir la vida en una sociedad-- termina por moldearme,
por conformarme de acuerdo a su modelo, me compenetro
de sus ideales, de sus reglas, de sus exigencias, y acabo
identificándome enteramente con ella y muy posiblemente divorciado
de mí mismo (excepto tal vez por esos molestos dolores de cabeza,
esos resfríos frecuentes, esas depresiones o esos problemas a la
columna, etc., que me permiten faltar a mis deberes habituales),
además de manejado por las necesidades ficticias que me crea la
publicidad y por lo tanto amargado con mi existencia ya que no
puedo ni tener, ni hacer todo lo que quiero, o no me puedo librar
de las cosas que quiero, o no me puedo relacionar con las demás
personas del modo que quiero, o no puedo sentir las cosas que quiero,
o quisiera, sencillamente, ser otra, persona de la que soy. En
este punto la cosa ya no es tan sencilla. De todo lo mucho que me
doy cuenta, no sé qué es mío ni qué proviene del mundo. No sé qué
es real, ni sé qué es fantasía. No sé si vale o no la pena, no sé si
voy a poder salir adelante o no."
John O. Steve.
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