Cuando voy a una relación esperando que el otro llene mis expectativas de niña abandonada o de niña herida...jamás será suficiente lo que el otro me dé...porque esa carencia nadie la puede llenar.
Sólo cuando he aprendido a sanar mis heridas infantiles, puedo compartir en pareja como un adulto completo, que ha aprendido a darse soporte a sí mismo.
En la medida que sea capaz de ir a una relación de pareja con las manos llenas...sin falsas expectativas... como adulto... en esa misma medida seré capaz de recibir.
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